"A unos 30 Km en el sur de Bogotá, surge un micro mundo de láminas, donde gráciles vidas buscan su propia dignidad, desde la pobreza, presentándose a los “grandes” como hombres necesitados, pero no mediocres.
Son las victimas de una ondulación política que favorece la soberanía nacional, oscilando, con sus propios intereses y pertenencias, en acuerdos de libre mercado y financiaciones a la contra-insurgencia, y obligando a miles de personas a abandonar sus propias tierras de origen, ya saturadas por la presencia militar, paramilitar y rebelde.
Huyendo de esta situación sofocante, hombres, mujeres y niños desde hace 20 años vienen buscando amparo en estas colinas: estamos en Los Altos de Cazuca, en el municipio de Soacha.
El municipio, tristemente conocido por su corrupción y bajo el control, desde hace 40 años, de tres importantes familias de latifundistas, tuvo una reacción de rechazo, declarando que no estaba “listo fiscalmente” para acoger a más población. Hoy en día las comunidades de Los Altos de Cazuca se dividen en 3 grupos, por un total de 30 barrios.
En Alto Cazuca, la parte más vieja, se encuentra el único barrio legalizado de toda la zona: se trata de Julio Rincón. Medio Cazuca y Bajo Cazuca, esta ultima parte recién construida (1994-1995), están conformadas por 10 comunidades, llamadas “carritos”, entre las cuales Villa Esperanza, La Isla, El Oasis, El Progreso, La Unión. Se cuentan aproximadamente 300.000 habitantes (de estos, 100.000 no tienen más de 15 años), que se dividen en más o menos 400 núcleos familiares.
Las familias están reunidas en varias Juntas de Comunal, que, de manera autónoma, toman decisiones para la comunidad.
Las ONG nacionales e internacionales, que desde hace tiempo hacen presencia en el territorio, han estado presionando de manera constante al gobierno, para obtener más ayudas a nivel educativo y sanitario, pero el gobierno, por razones legales, cubre de manera limitada los servicios básicos. Los para-militares, quienes, durante los últimos 5 años, han estado controlando plenamente la zona, con el objetivo de “prevenir la irrupción de la guerrilla”, parecen beneficiar del 80% de los recursos destinados a las comunidades.
En Los Altos de Cazuca, funcionan 3 colegios y 15 escuelas, financiados por las diferentes ONG y por las mismas comunidades; solo desde hace 5 años han sido instalados los servicios de agua potable y luz." (Internacional peace observatory)
Pero Cazucá es más que esto. Cazucá es un lugar de trabajo esmerado, honrado y duro por parte de las muchas familias que hacen de estas colinas su hogar. Cazucá aunque es un lugar de violencia y pobreza tambien es un lugar de esperanza y de lucha por un mañan mucho mejor, donde la igualdad social no sea un sueño imposible sino una realidad cercana.